La Organización Mundial de la Salud (OMS), precisa, ha señalado la persistencia de estrés postraumático, sobre todo en personas sometidas a un aislamiento prolongado.
El estrés postraumático se ha extendido en la tercera ola de contagios, señala. Muchas personas manifiestan falta de sueño, cansancio y estados de tristeza, entre otros síntomas.
La persistencia de pensamientos fatalistas ha impulsado a más personas a acercarse a solicitar acompañamiento sicológico. El DIF apunta que la cantidad de personas que solicitan ayuda sicológica en la entidad ha rebasado las cifras previstas, y que la mayoría de la gente manifiesta tener depresión.
“Además del aislamiento, la cercanía de las muertes y los casos positivos, así como la escasez de insumos, afectan el estado mental de las y los oaxaqueños”, subraya la médico, quien añade que el trastorno más común entre la población oaxaqueña es la ansiedad.
Este fenómeno, explica, se manifiesta de manera distinta de acuerdo con los contextos: “Si tenemos problemas de sueño, es un signo de alerta, así como ideas fatalistas o catastróficas y miedo, entre otros síntomas, como el cambio de estado de ánimo”.
Aunque estos síntomas eran propios de adultos al principio de la pandemia, con el tiempo han llegado a la población joven e incluso infantil, con dolores de cabeza, estrés o tristeza.
El cierre de escuelas y el confinamiento en la vida de las juventudes se traduce en intranquilidad emocional: 47.1% de las personas jóvenes se siente triste, mientras que el resto expresa sentir enojo, frustración ansiedad y estrés por la situación actual. Sólo 11.8% expresa que puede contactar con la alegría, puntualiza la encuesta.
“Por otro lado, la actividad económica tiene que seguir avanzando, por lo que la gente tiene que salir a laborar y los sitios de recreación abrieron, lo que hace pensar a la gente que puede relajar las medidas”.
Tras la pandemia, añade, la conducta de las personas sufrirá modificaciones por las medidas sanitarias que se aplican prolongadamente; podrían crecer la autoconciencia y el autocuidado, así como reacciones negativas. “Actualmente, persisten el temor y la paranoia”, dice.
Por ello, considera importante que todas las personas que han estado en aislamiento durante la pandemia, aunque no se hayan contagiado del nuevo coronavirus, busquen acompañamiento médico y sicológico. “La atención sicológica no sólo es para los pacientes, pues muchos perdimos familiares y amigos durante la pandemia”.