El antropólogo Fabio Pettirino, quien lleva a cabo un proyecto de etnografía clínica en el Hospital del Pueblo, explicó que la enfermedad o enfermedades no se tratan solamente de un hecho natural o biológico, sino de un hecho social: “No hay enfermedad que no tenga una crítica social incorporada”.
Fabio Pettirino sostuvo que no hay enfermedad que no sea exclusivamente biológica y que, igualmente, se puede afirmar que es una denuncia social incorporada en el sentido de que, al analizarla, se pueden desvelar esos mecanismos sociales que la producen y provocan que los pacientes no puedan apagarse a los tratamientos.
“A veces, se piense que eso es simplemente una cuestión de comunicación y que el paciente si no se apega, por ejemplo, un tratamiento es porque no ha entendido muy bien las instrucciones, que no ha entendido muy bien la gravedad de su condición u otras cuestiones. Pero, a veces, las personas no pueden acceder a un tratamiento por cuestiones económicas, no lo pueden conservar, por ejemplo, al no tener un refrigerador necesario para la insulina”.
La intención de una medicina comunitaria, puntualizó, se trata de un proyecto de medicina en una dimensión comunitaria en el sentido de que se pudieran investigar las verdaderas causas y ver la enfermedad del individuo como la denuncia de lo que está pasando en términos más amplios.
“Por ejemplo hay casos de tuberculosis en que el maravilloso reduccionismo biomédico le da respuesta a través de antibióticos, pero vuelven a enfermarse por condiciones sociales”.
También se trata de crear una red de colaboración y que los médicos puedan ir más allá de su oficio, que pueda identificar casos a través del trabajo social, de otras asociaciones, organizaciones y colectivos para tomar acciones sobre las circunstancias en las que las personas se enferman.