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Por separado, dijo, se ha reunido con las dirigencias del MULT y de la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), y que no ha logrado reunirse con los dirigentes del MULTI, pero que se sigue buscando que se restablezca el diálogo.
El pasado 7 de agosto fueron emboscados el agente municipal de San Juan Copala, Tomás Merino Fausto, María Gregoria Álvarez y Emilia Sandoval García, que forman parte del MULT, en la desviación a la comunidad de la Cumbre Yerbasanta. Tras el ataque, murió María Gregoria Álvarez cuando recibía atención médica.
“La verdad es que lograr la paz en la región triqui, es muy importante, pero (para) que se logre es muy importante la intención de quienes están allá, porque pueden firmar cualquier documento, los puede convocar el gobernador o su servidor 100 veces, el arzobispo, el Papa, quien sea, pero si no hay un respeto a la vida, a la integridad, a la palabra, y no hay una visión como nación triqui, que por encima de sus diferencias, puedan constituir un proyecto unitario”, no habrá paz, respondió Jesús Romero ante los hechos de violencia reciente en la zona.
El funcionario aseguró que han dialogado con las organizaciones y que incluso, tres días después de que visitaron la localidad de Tierra Blanca Copala, donde 143 familias fueron desplazadas de manera forzosa, asesinaron a dos profesoras que habían participado en el diálogo.
“Es preocupante lo de Tierra Blanca porque ya es una cuestión de odio, es un desplazamiento forzado interno, que ya generó, enraizó el odio comunitario entre los desplazados y los que viven en la comunidad. ¿cómo retornar cuando quienes viven en la comunidad señalan a los desplazados como los responsables de las muertes, o viceversa?”.
“Están vigilando, hay inteligencia de parte de algún grupo criminal, ¿qué? Eso ya no es normal y que además quien lo esté haciendo tiene que asumir las consecuencias jurídicas legales, porque si es muy delicado”, dijo, y agregó que el armamento utilizado en dichas emboscadas es de alto calibre.