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Sobre tema, GESMujer reiteró que las consecuencias de una violencia feminicida afectan a las niñas y mujeres víctimas de la violencia de género, a sus hijas, hijos, madres, familias, comunidades enteras, porque cada una de ella deja, además de un daño irreparable, el dolor y la indignación de exigir justicia frente a un sistema insensible e incapaz, generando una impunidad creciente.
De acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de estas 528 mujeres que han sido asesinadas, sólo en 155 casos el delito fue tipificado como feminicidio, mientras que el resto se investigó como homicidio culposo; 12 de esos feminicidios se cometieron hasta el 30 de abril de 2021.
“El abandono de cuerpos en lugares despoblados, a la orilla de carreteras, en parajes solitarios, la exposición de sus cuerpos, despojándolas de toda humanidad, es un signo de que la violencia feminicida sigue creciendo en total impunidad”.
La mujer asesinada en San Dionisio del Mar, fue identificada como trabajadora de un bar. Para GESMujer, esto llama a visibilizar el nivel de vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres a quienes la sociedad les ha negado oportunidades y a la falta de mecanismos de seguridad en la que desafortunadamente infinidad de mujeres laboran, colocándolas en un grave riesgo para su vida.
El mismo día de este asesinato, en Ojo de Agua, Copala distrito de Juxtlahuaca, la señora G. fue asesinada oor su pareja, quien le disparó en el rostro, frente a sus dos hijos, lo que consideraron que “es otro indignante ejemplo de la violencia feminicida a manos de su pareja”.
Como en el 58% de los casos del 2021 fue asesinada con arma de fuego, precisó, situación que se repite una y otra vez, sin que a la fecha se hayan definido estrategias locales, municipales y estatales para detener esta práctica que está costando la vida de niñas y mujeres en Oaxaca.
GESMujer expresó que conocen la problemática y saben de la complejidad de acompañar a las mujeres a exigir justicia y de las graves deficiencias de un sistema que debería procurar justicia.
“El fiscal Arturo Peimbert comprometió su palabra, pidió confianza a la ciudadanía, pero la confianza se gana con hechos y desafortunadamente los hechos hablan por sí mismos”, finalizó la organización de la sociedad civil.