Pese a la hora de ingreso, la familia denuncia que pasaron horas hasta que la mujer fue atendida y fue hasta las 11 de la mañana que se les informó que sería sometida a una cesárea pues la bebé traía atorado el cordón umbilical en el cuello, por lo que no podría nacer de forma natural.
La familia denuncia que tras negarse, las autoridades del hospital les aseguraron que Esmeralda estaba en perfectas condiciones y que “no necesitaba estar ocupando una cama, pues tenían mucho trabajo”.
“A las 4 de la mañana de hoy nos hablan para decirnos que mi cuñada estaba siendo intervenida en ese momento, que la tuvieron que entubar porque tuvo ruptura uterina. No saben desde qué tiempo la bebé ya estaba fuera del útero, por lo tanto no pudo respirar por sí misma y está con un ventilador artificial”, denunciaron.
Según el relato, si la bebé es desconectada, va morir, pero acusaron que según los estudios varios órganos están dañados y se indaga qué tan profundo fue el daño en el cerebro de la recién nacida.
“Si vive, tendrá problemas cerebrales y renales. A mi cuñada le retiran el útero porque de esa manera paran la hemorragia que tuvo”, acusaron a punto del llanto, y agregaron que no se les dio ninguna explicación de parte del personal.
Dijo que los médicos intervinieron “de manera urgente y oportuna” y siguiendo las Guías de Prácticas Clínicas y las Normas Oficiales Mexicanas, por lo cual aseguraron que retirarle el útero a la mujer le salvó la vida.
No mencionó nada sobre la denuncia de la falta de atención del personal ni sobre que se le solicitó a la familia que se llevaran a la paciente con una “alta voluntaria”.
Sobre la recién nacida reconoció que su diagnóstico es reservado, que está con ventilación mecánica y que recibe atención de un grupo multidisciplinario.