Oaxaca de Juárez.— Tras siete días recluidos en el Centro de Readaptación Social de Tanivet, la noche de este martes fueron liberados los tres indígenas mazatecos, originarios de Eloxochitlán de Flores Magón, a quienes la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) detuvo como presuntos responsables de los hechos violentos ocurridos en ese municipio de la región Cañada en 2014.
La liberación de los tres mazatecos fue confirmada por colectivos y familiares, y ocurrió poco antes de las 8:00 de la noche, tras vencerse el término constitucional para que se determinara su situación jurídica.
Jaime, Artemio y Ranulfo Vidauria fueron detenidos como presuntos responsables de los delitos de homicidio en grado de tentativa y daños por incendio, durante los disturbios en los que fueron asesinados dos hombres, uno de ellos Manuel Zepeda Lagunas, hermano de Elisa Zepeda, titular de la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca, quien presuntamente también fue agredida junto con su madre y por lo cual siguen en prisión al menos cinco indígenas mazatecos más, quienes llevan casi 10 años sin sentencia.
Durante este tiempo, familiares de los detenidos, considerados presos políticos, han acusado que se trata de delitos fabricados y han culpado a la funcionaria de usar su puesto para mantenerlos en prisión, señalamientos que ella rechaza.
De acuerdo con la fiscalía estatal, a los tres nuevos detenidos se les acusaba de participar en los hechos que ocurrieron el 14 de diciembre de 2014 durante disturbios públicos en la población de Eloxochitlán de Flores Magón, “en los cuales un grupo de personas le prendió fuego a los vehículos que se encontraban dentro de un taller mecánico, por lo que se configuró el delito de daños por incendio; mientras que una mujer identificada por las iniciales M. M. L. C. sufrió una agresión que puso en riesgo su vida, por la cual se inició una carpeta de investigación por el delito de tentativa de homicidio”.
Sin embargo, la liberación de los tres mazatecos aprehendidos el pasado 21 de noviembre se da luego de que las familias acusaron que se trataba de detenciones arbitrarias o ilegales, pues contaban con amparos ante cualquier intento de aprehensión.
Aglutinadas en un colectivo de mujeres mazatecas, y tras protestas a las afueras del penal, las familias destacaron la cooperación y solidaridad nacional e internacional para lograr la liberación de los tres hombres y volvieron a responsabilizar a Zepeda Lagunas de atizar la violencia del Estado en su contra.
