Más Información
En repetidas ocasiones, Ríos Ortiz ha exigido a través de las redes y en actos públicos la detención del quinto de los implicados en el ataque en su contra, quien es hijo y cómplice del autor intelectual del ataque, quien desde hace más de dos años continúa prófugo y a pesar de haber sido visto por la víctima, las autoridades no actúan para detenerlo.
En esta ocasión, María Elena reveló tener datos precisos sobre la ubicación y forma de desplazarse de Vera Hernández, pero reiteró que el fiscal general del estado, Arturo Peimbert Calvo, no atiende sus llamadas ni le proporciona información precisa sobre el caso.
Desde el pasado 9 de septiembre, dijo, el fiscal no atiende sus llamadas. Por esa razón, prefirió hacer uso de las redes para dar a conocer la información que posee. Sin embargo, momentos después de haber tuiteado al respecto, el fiscal del estado estableció contacto con ella.
Ante ello, Malena desmintió que la comunicación sea estrecha entre ella y las autoridades, e insistió en que es el equipo legal de su agresor, Juan Vera Carrizal, actualmente preso, quien recibe en tiempo y forma la información sobre el caso, mientras que ella y su equipo legal no son informadas al respecto.
Anteriormente, en el marco del segundo aniversario de la agresión a la que sobrevivió María Elena, su abogada, Diana Cristal González Obregón, recalcó las constantes violaciones a los derechos humanos que sufren la víctima y su familia de parte de las instituciones en Oaxaca, pues dilatan la ejecución de una orden de aprehensión sin razón alguna.
Además, dijo, se “apapacha” a los delincuentes, pues existe compadrazgo de los jueces con los imputados y se viola el derecho a que a María Elena Ríos se le garantice la reparación del daño.
“¿A quién cubre la Fiscalía y el Tribunal? ¿Quién es tan poderoso en Oaxaca que tiene prestanombres acusados con muchos bienes inmuebles?”, cuestionó.
El pasado 27 de julio, la FGEO emitió una ficha roja para dar con el paradero de Juan Antonio Vera Hernández, en la que ofrece un millón de pesos como recompensa a quien aporte datos suficientes para localizarlo.