Desde el municipio istmeño de San Pedro Tapanatepec, donde la caravana de unos 2 mil migrantes permanece desde el pasado martes, los cubanos, ecuatorianos, nicaragüenses, y venezolanos, principalmente, piden que se les permita abordar los autobuses del transporte público, pagando sus boletos, para llegar a la Ciudad de México.
Ayer, durante la conferencia de prensa del Gabinete de Seguridad, Romero López dijo que facilitarles autobuses a los migrantes sería violar la ley, pero ofreció el acompañamiento humanitario del gobierno oaxaqueño con atención médica y seguridad durante la caminata que realicen por el territorio oaxaqueño, pero “no habrá autobuses”, insistió.
García Villagrán lamentó que desde los últimos ocho meses el gobierno mexicano está violado su propia ley de migración, en la que se contempla la entrega de visas por razones humanitarias a los migrantes que, como quienes integran la caravana, forman parte de esa población vulnerable que huye de la pobreza, la violencia institucional y criminal, y que no pueden retornar a su país.
“No pedimos que nos regalen nada. Las visas por razones humanitarias están consideradas en la ley migratoria de México. ¿Acaso no se dan cuenta las autoridades del gobierno mexicano del sufrimiento que padecen los migrantes al caminar bajo el sol, dormir en la intemperie y condenar a mujeres y menores a todo tipo de enfermedades?”, cuestionó.
La caravana de migrantes permanecerá en San Pedro Tapanatepec en espera de que las autoridades migratorias entreguen las visas y se les permita abordar los autobuses del transporte público. Lo migrantes, después que caminaron 300 kilómetros desde Tapachula, están agotados, sobre todo los niños, las niñas y las mujeres, advierten.