Oaxaca de Juárez.— En vísperas de la celebración del Día de Muertos, justo cuando los hogares oaxaqueños alistan sus ofrendas, en las que no puede faltar una taza de chocolate caliente, la pandemia de Covid-19 tiene a los productores de cacao, el fruto de donde se obtiene esta bebida, en la incertidumbre, pues el futuro que se vislumbra tras las afectaciones que ha dejado el virus en la economía no es alentador.
Lo anterior agrava una crisis ya existente: aunque en Oaxaca se consumen dos toneladas de chocolate al año, el cacao es traído de otros estados, como Tabasco y Chiapas, y sólo 1% de la producción que se requiere es sembrada en la entidad, según cifras de la fundación Cacao México.
Desde Nuevo Tenochtitlán, localidad perteneciente a Putla Villa de Guerrero en la Sierra Sur, Iván García Pacheco, productor de cacao, señala que en el campo la pandemia no ha golpeado con tanta fuerza, pues él y su padre, con quien colabora en un proyecto autosustentable, continúan trabajando; sin embargo, reconoce que la crisis que trajo el virus se percibe de manera general en todos los sectores.
Iván señala como ejemplo el caso de su familia, que siembra su cacao específicamente en el punto conocido como El Piñal, y trabaja de la mano con Oaxacanita Chocolate, empresa establecida en la Mixteca, concretamente en Tamazulápam del Progreso.
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Aquí, los productores se capacitan para mejorar la calidad de sus semillas o demás productos, pero este año los cursos de capacitación no pudieron realizarse.
Además, agrega el productor en entrevista con EL UNIVERSAL, al suspenderse en su mayoría los servicios de transporte ante la emergencia sanitaria, las posibilidades de trasladarse a la capital o a otros puntos para comprar lo necesario para continuar produciendo y mover su mercancía también se redujeron.
Iván forma parte de una iniciativa que nació en 2017 en Nuevo Tenochtitlán, un pueblo que años antes se dedicaba a la producción de café y donde falta de capacitación, la llegada de roya, una plaga que devasta al café, la migración, y la grave situación económica acabó con la herencia campesina de tres generaciones.
Pero la familia de Iván no se detuvo, así que él y su padre “revivieron” sus terrenos para aventurarse a la producción de cacao.
Su cultivo forma parte de la tonelada de cacao que se produce en Oaxaca al año, una cifra mínima si se piensa en estados como Tabasco, donde se cultivan anualmente 16 mil toneladas de chocolate.
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En aquel entonces, recuerda, su objetivo principal era asegurar la venta de su producción, pero con el tiempo pensaron en ampliar a largo plazo su iniciativa y producir cacao a fin de otorgar empleos en la comunidad. Aunque actualmente son tres personas las que colaboran de manera directa, prevén que en unos tres años el proyecto crezca.
Es con esa idea que Iván cuenta que junto con su padre han incursionado en la elaboración de chocolate en las temporadas de Todosantos y en diciembre para las posadas, teniendo buenas ventas en su comunidad.
Sin embargo, este año la emergencia sanitaria ha cambiado las esperanzas sobre la temporada, por lo que los productores están a la expectativa de lo que suceda. “Nos encontramos en medio de la incertidumbre, pero intentamos tener la mejor perspectiva posible”, insiste.
En Nuevo Tenochtitlán, que tiene unos 600 habitantes, hasta el momento no se ha registrado ningún caso positivo de Covid-19 desde el inicio de la pandemia; sin embargo, la localidad, así como las comunidades vecinas, han restringido los accesos a la comunidad, así como las actividades comerciales.
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De acuerdo con la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), para esta temporada de Día de Muertos en la que los repuntes de contagios han provocado el cierre de panteones y la cancelación de eventos públicos, se espera una caída de hasta 70% en las ventas, en comparación con 2019.
Pese a que ni las cifras ni el escenario de la pandemia son alentadores, los productores apuestan al crecimiento de la industria chocolatera.
“El chocolate tiene un área de oportunidad en Oaxaca, pues se trata de un alimento de origen ancestral arraigado en la cultura de nuestro estado. Nosotros no somos grandes productores de cacao, pero sin duda la temporada de Día de Muertos siempre ha sido de producción elevada”, apunta.
Es por ello que para los productores, la pandemia además de un reto más, va a ser un buen parámetro para medir qué tanto predomina la cuestión cultural sobre la crisis económica, reflejándose en el consumo de chocolate.
