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Foto: Ediwn Hernández
A las 9:00 horas regresa a su hogar a recibir las clases en línea, y al mediodía vuelve al mar. “Aunque es una disciplina no lo obligamos a ir, él solito sabe que el entrenamiento comienza por la mañana antes de sus clases.
La familia explica que no sólo ve el talento de Kamala, sino que mucha gente lo ve y lo comienza apoyar con patrocinios, al grado que, en su momento, él representará a Oaxaca en competencias.
En la preparación de Kalama hacia el surfismo profesional no sólo participa su padre, también su hermana Lanakila Akahana Stratton Jarquín, de 9 años, quien es la encargada de grabar todos los días el entrenamiento, material que a veces se sube a las redes sociales.

Foto: Ediwn Hernández
Su madre también hace equipo con sus hijos y su esposo. Maestra de profesión, a veces los acompaña en el entrenamiento observando o echando porras, pero en la mayoría de las veces se encarga que el niños se alimente bien y cumpla con sus obligaciones escolares, sobre todo en esta pandemia, donde las clases en línea ayudan a flexibilizar el tiempo de entrenamiento.
“Somos un equipo como familia, cada uno tiene un rol importante en este proyecto. Claro que no todo es entrenamiento, Kalama es como cualquier niño que va a clases, juega, va a la iglesia, pero su pasión es el mar y allí estamos con él.
“Claro que le tengo miedo a este deporte porque [Kalama] está chiquito, pero también he visto su talento y con la guía de su padre está seguro y va a llegar lejos”, comenta Zahazy.

Foto: Ediwn Hernández
Durante los meses que la playa estuvo cerrada por la contingencia sanitaria, Kalama practicó con su patineta en su casa, que se localiza en la colonia Brisas de Zicatela, pero apenas se levantaron las restricciones para los surfistas, el niño no esperó ni un minuto y se lanzó al mar.
“Me gusta el mar, cuando sea grande quiero ser surfista profesional, competir en todo el mundo”, comenta y sonríe antes de meterse al agua.