Hace poco más de dos semanas, Virginia fue despedida de la Unistmo, con lo que le quitaron la posibilidad de continuar apoyando a las alumnas denunciantes, quienes, asevera, enfrentan agresiones verbales y escritas por parte de compañeros y excompañeros.
El argumento para despedirla fue dar clases en su tiempo libre, lo que, según la universidad, viola el contrato laboral, que incluye una cláusula de “exclusividad” para la institución y sus docentes. No obstante, señala que a otros profesores que dan cátedra en otras escuelas o que realizan actividades económicas no se les sanciona. “Me despiden por ser mujer, por ser indígena y por acompañar a las alumnas”, sostiene la profesora.
Días después de su despido, la Unistmo reemplazó al vicerrector Israel Flores, quien es señalado por encabezar la violencia administrativa y de género a Virginia, así como a los otros dos catedráticos que se sumaron a las acciones de respaldo para las alumnas que denunciaron acoso, Héctor Martínez y Montserrat Sánchez.
Además, fue él quien obstaculizó la investigación de acoso en el campus; sin embargo, éste no fue el motivo del despido.
La destitución obedeció a que el hasta entonces vicerrector protagonizó un accidente con un autobús de pasajeros con el que chocó en la puerta de la universidad, pues conducía en estado de ebriedad y buscó darse a la fuga.
Ante ello, la institución le solicitó la renuncia y en su lugar nombró en junio a Eugenio Cortés, quien emitió un comunicado en el que asegura que las denuncias de las alumnas y profesoras “dañan la imagen de la universidad”.
También desplegó un listado de denuncias de parte de la comunidad estudiantil en contra de Virginia y sus compañeros, e hizo un llamado para que los alumnos denuncien los actos de profesores que, según consideren, afectan a su educación, algo que la doctora Ilescas considera como un llamado al linchamiento.
“Pareciera que sólo se le encarga la investigación mía y no la referente al acoso que denunciaron las alumnas”, señala. No obstante, hasta ahora, acusa que los tres profesores señalados por acoso han sido cobijados por los directivos de la Unistmo y que sólo hubo una sanción administrativa, pues aseveran que las acusaciones son falsas.
A los funcionarios académicos se suma el apoyo de la coordinadora, Cora Silvia Bonilla, señalada por proteger a los agresores sexuales de las alumnas, quien además obligó a una de las denunciantes a estar frente a su agresor.
Esta semana, la doctora Ilescas sostuvo una audiencia con la Secretaría General de Gobierno (Segego) y con la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca (SMO), referente a su caso. A partir de esta reunión, la catedrática sería reinstalada a la Unistmo, pues el propio gobernador, Alejandro Murat Hinojosa, le había asegurado esto.
Asimismo, le comentaron que saldarían el pago de su nómina,y que se habían abierto carpetas de investigación contra autoridades de dicha universidad por intimidación.
Sin embargo, la Unistmo se niega a ello. Se señaló que la institución busca darle un cheque "de compensación", así como la firma de su liquidación, lo cual la doctora Ilescas rechazó, pues afirma que eso no fue lo que había acordado.