Las historias, explica la autora, llevan de la risa al llanto, desde la narración de un día de béisbol que reúne a la comunidad en torno a un aparato radiofónico, un miércoles de plaza, un despertar en la comunidad acompañado de un buen pescado, hasta la tragedia del terremoto del siete de septiembre de 2017 y la desaparición y asesinato de una joven.
Así, en esta obra actúan mujeres y hombres de la localidad que son taxistas, pescadores, músicos, cantineras; fue musicalizada por Sandro Bustamante y la ejecución de la música es en vivo interpretada por “Abraham y su grupo los chavos”.
Todas las presentaciones son gratuitas pero se aprovechará para la realización de una kermes que ayude a reunir recursos para la reconstrucción de las comunidades devastadas por los sismos fe septiembre de 2017.
“A más de un año de los sismos, los niños de la escuela primaria estudian bajo un árbol de tamarindos. A más de un año vemos que no hemos recibido ayuda, la poca que llegó sólo sirvió para una o dos cosas”, afirma Esmeralda Aragón.