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Oaxaca de Juárez.- Marisol Ramírez Quero tiene 32 años y desde que era adolescente descubrió su vocación en la enfermería. La decisión de ayudar al bienestar y la salud de los demás la motivó a, desde hace 11 años, prestar servicio médico y combinar sus roles de mamá y enfermera.
Aunque la contingencia es difícil para los trabajadores de la salud, Marisol está segura de que la empatía hacia sus pacientes es primordial en su profesión.
“Eso hace cuestionarme si vale la pena el sacrificio de no ver a mi familia (...) porque veo a mucha gente que cree que no pasa nada”, apunta Marisol, manifestando su preocupación ante los crecientes ataques al personal médico, por lo que ha optado por usar su uniforme sólo durante su jornada laboral.

Foto: Cortesía
En las últimas semanas, Marisol ha experimentado sentimientos encontrados al entrar en el área designada para atender pacientes enfermos por este nuevo coronavirus en el nosocomio: “Entras con energía y sientes esperanza de poder ayudar a tus pacientes; sin embargo, temes que la ayuda no sea suficiente”, lamenta.
Las jornadas en el área son de al menos cuatro horas, en las que el personal médico debe usar trajes de protección, sin poder comer, ir al baño o tocarse el cuerpo.
“Así como yo, que soy enfermera, hay muchas mujeres que son madres y también personal médico que optamos por aislarnos de nuestra familia, a pesar de no tener síntomas, por los riesgos que nuestra labor implica”, reafirma.
Por ello, desde que inició el periodo de cuarentena y con ello su labor en áreas de riesgo, Marisol decidió quedarse sola en casa, para proteger a su familia y así demostrarles su amor y preocupación: “Ejercemos una profesión que está fundada en el amor y el respeto”, refiere.

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Desde entonces, Marisol se comunica a diario con su hija a través de videollamadas, diciéndole que se cuide, ya que así faltará cada vez menos para volverse a ver.
Al respecto, la enfermera apunta que, aunque la distancia de su familia hace difícil su día a día, su hija reconoce en ella a una heroína que está ayudando a las personas a sanar: “Ella me dice, ‘eres mi mamá héroe’, y eso me motiva a continuar trabajando”, señala Marisol, que también asegura que su hija comprende totalmente las acciones que realiza en su trabajo y expresa convencida que cuando todo termine podrán estar juntas, y ella volverá a la escuela también.
“El amor como madre y como hija se manifiesta día a día; para mí, saber que mi pequeña y mi mamá están bien es motivo de celebración”, finaliza la heroína de la salud.