La suspensión de esta fiesta masiva que logra congregar hasta 7 mil personas en una noche, según las estimaciones de los organizadores, y en la que se invierte más de medio millón de pesos en su realización, es una señal de que las tradicionales velas de mayo podrían volver a suspenderse para 2021, lo que significaría lastimar aún más a la ya desgastada la economía local.
En el 2017, fue la comunidad muxe’ la primera que suspendió su festividad en señal de luto por el sismo de 8.2 que devastó Juchitán y varias poblaciones del Istmo de Tehuantepec. Además de argumentar que no existían las condiciones hoteleras para recibir a los visitantes, pues el 50% de los asistentes son del interior del país y del extranjero.
Tras ese año de duelo, la vela se retomó en 2018 y 2019, año que se dedicó a su matriarca muxe’ Oscar Cazorla, quien fue asesinado en su casa ocho meses antes y hasta hoy no se ha dado con un responsable. En esa ocasión, además de la exigencia de justicia de parte de los miles de asistentes, se honró su legado, ya que fue uno de los fundadores de esta vela como un espacio alternativo en Juchitán.

Foto: Roselia Chaca
La festividad nocturna que se tenía programado para el sábado 21 de noviembre venía antecedida de una serie de actividades culturales con integrantes de la comunidad muxe’ y ONGS aliadas, además de su vistosa regada de frutas, su lavada de ollas y hasta su tradicional encuentro deportivo de basquetbol.

Foto: Roselia Chaca
Los festejos en Comitancillo duraron cinco años y después se trasladaron a Juchitán, aun de forma clandestina. Entonces acudían unas 100 personas y fue tras 10 años cuando la vela se consolidó, cuando por primera vez un edil juchiteco, Roberto López coronó a la reina. Fue hasta entonces que se tuvo el aval de la autoridad y en automático de todo el pueblo; para entonces, a asistencia a la fiesta rebasaba mil personas.
Tras ese paso, al festejo se sumaron diputados, senadores, candidatos a todos los puestos de elección, pues fue un perfecto escaparate para los políticos. En la actualidad, el festejo reúne a más de 7mil personas cada año y las muxes se han convertido en protagonistas de más de una docena de películas, documentales, videos y promocionales internacionales.