El proyecto se realizó en el marco del Camp Tama Virtual 2020, un campamento de verano internacional, que por más de una década se ha realizado año con año en Tamazulápam del Progreso, en la zona chocholteca de Oaxaca y que por primera vez, debido a la pandemia, organizó actividades a distancia.
El objetivo del concurso fue que, sin importar el lugar de residencia, los pequeños de entre cinco y nueve años pudieran replicar desde casa una obra de Carlos Bazán, que el pintor realizó especialmente para la ocasión y que, además, será el premio para la ganadora del primer lugar.
Para que el proceso fuera menos complicado, el artista también compartió con los concursantes un video suyo de cómo realizó los trazos y combinó los colores de su cuadro.
“Participaron cerca de 80 niños y niñas, de diferentes regiones del estado, pero también de otras entidades y de otros países, como Alemania y California, en Estados Unidos (…) parte del concurso fue que nos enviaran fotos y videos de los niños pintando”, explica Bazán en entrevista.

Gandores del Segundo y Tercer Lugar del concurso/ Fotos: Cortesía
Tras una difícil selección, explica el artista, las obras ganadoras fueron elegidas. Todos los premios fueron para menores oaxaqueños, también hubo menciones honoríficas.
“Fue muy emocionante ver que había niños de diferentes contextos, desde quienes viven humildemente, en casas con piso de tierra, hasta aquellos a los que sus papás les pudieron comprar kits de pintura profesionales. Eso es lo padre del arte, que no importan las diferencias de edades o posición económica, es algo muy noble y muy humano (…) el arte sirve para sensibilizar, para encontrarse y a la vez es un antídoto para estos tiempos tan difíciles”, apunta.
De acuerdo con Carlos Bazán, ante el éxito de la iniciativa, que se realizó bajo la organización del centro cultural Casa del Sol Tamazulapan, ahora se espera que en octubre se pueda realizar una exposición presencial de las 80 obras artísticas.

Participantes del concurso/ Foto: Cortesía
Sobre la obra que fue muestra para los jóvenes artistas, Bazán menciona que se inspiró en la idea de que “los niños son la esperanza del futuro del país y del mundo”, además, de que siendo fiel a su estilo, retrató elementos de su tierra natal.
“Es importante que la gente sepa que hay una razón por la cual se pinta. Quisimos sembrar una semilla en los niños y los padres, que pueden pasar mucho tiempo frente al celular o la televisión”, destacó.