En las decisiones del TEPJF tampoco “cabe moneda a cambio” como acusó el ex candidato al gobierno del estado, Miguel Barbosa Huerta, afirmó la magistrada al atribuir las críticas a la resolución, a inconformidades naturales, propias de votaciones divididas.
—Es lo difícil de una decisión dividida. Formuló el magistrado Vargas varios cuestionamientos, inquietudes, pero no tienen fundamento. Lo que mencionó de las amenazas que ha recibido, yo creo que hay que denunciarlo, definitivamente. Si las recibió, si tal fue el caso, hay que denunciarlo y no permitirlo.
Lo referente a presiones que el él dice recibieron algunos de los magistrados, no lo comparto. Igual, si alguien tiene dudas, que presente las pruebas y proceda.
—Ninguno, no. Recibí a las partes como todos los integrantes del pleno, a Barbosa y a Alonso. Escuché sus argumentos, nada más.
—Para mí importó exclusivamente lo que había en el expediente. Yo me fui al expediente para formar mi criterio de que no era suficiente lo que había sucedido en la bodega central del Instituto Electoral de Puebla después de la elección y del cómputo electoral.
—No, en ese caso la diferencia entre el primero y segundo lugar era de 0.8% y el análisis es otro cuando la diferencia es menor a 1 %.
En el caso de Puebla, la diferencia era de 4 %, ganó la candidata del PAN en el cómputo distrital y en el recuento que hicimos en el TEPJF y nunca hubo un cambio de ganador, una situación muy distinta.
—Exactamente, porque con esta integración hemos resuelto ya Nayarit, Estado de México, Coahuila. Puebla es la cuarta gubernatura que hemos resuelto y siempre hemos estado los siete. Si no hubiese pedido que estuviésemos los siete, hubiera habido suspicacia. Se requería tiempo para analizar casi 500 cuartillas y el expediente de 5 mil constancias.
—Yo puedo decirle que no hubo absolutamente ninguna medida ni de presión ni de obtener un voto a favor de alguien. Absolutamente no, obviamente en estas decisiones siempre la otra parte la va a cuestionar, es normal, es legítimo.
—Es muy respetable su opinión, pero como él mismo lo dijo, lo acatará y se respetará el sistema de institución.
—Espero que puedan analizar el expediente y entender por qué no alcanzó para anular la elección.
—Yo confío en que sí. Llegaremos a fin de año con un pleno de la Sala Superior consolidado, fuerte y unido.
—No, no, yo en lo personal puedo decir que ninguna en la que he emitido mi voto ha sido por una moneda a cambio de algo. Reiteraría entonces la invitación a que presente denuncia si hubo estas presiones.
—Si las hubo, definitivamente sí.
—Mire, son señalamientos que no deberían de ser, definitivamente, pero siempre alguna de las partes va a considerar que si el fallo no le da la razón es porque se presionó para que saliera en otro sentido.
Entonces a nosotros nos compete, con los argumentos en la sentencia y en la sesión pública, demostrar que las sentencias corresponden exclusivamente a criterios jurídicos y a las pruebas.
—Exactamente.