Héctor tenía seis años cuando extendió sus bracitos —con la piel quemada— y me preguntó: “¿Mamá, quién me hizo esto?”, platica Adriana Villegas, madre del menor y, añade, “hasta ahora no puedo contestarle, me gustaría (...) tener una respuesta para ellos, se la merecen y nos la merecemos”, exige.
En el lugar se encontraban 176 niños de entre cinco meses y cinco años, así como 50 adultos. El saldo de la tragedia fue de 49 bebés muertos y 106 personas lesionadas, entre ellas, 24 menores graves. A 10 años de la tragedia, los menores y sus padres siguen luchando para que se haga justicia.
Hasta ahora, dos de cuatro dueños de la estancia infantil han sido exonerados, un presunto responsable fue asesinado, hay cientos de amparos, investigaciones inconclusas y ni una persona detenida.
“A mí me da igual que ofrezcan una disculpa pública, no nos van a regresar todos esos años de caminar. El anuncio es conveniente, es [porque] ya viene el aniversario, el refuego político y muchos se abanderan de esto, que se aplique la Ley 5 de Junio... no necesito palabras”, acota con dureza la señora Villegas, madre de Héctor Robles, quien fue víctima del incendio.
“Eso se me hace ilógico”, expresa. Heraclio Esquer, padre de Alejandra, expresa: “Una disculpa pública no la necesitamos, queremos soluciones, que responda quien tenga que responder por este crimen”.
Fabiola Lucero, madre de César, señala: “Una disculpa pública no sirve de nada porque todavía hay muchas cosas por pelear, como una pensión vitalicia para nuestros hijos, porque les arruinaron la vida y no sabemos si un día van a poderse desempeñar como profesionistas”.