Estos son los temas "malditos" que trabaron la discusión.
"Necesitamos dejar claro que la educación pública no necesita certificaciones sino una evaluación integral de todo el sistema educativo, las escuelas, las condiciones generales de trabajo y de las escuelas".
La única coincidencia es que volverán a reunirse. Los profesores no descartaron volver a bloquear los accesos al Palacio Legislativo de San Lázaro, en caso de que se suba al pleno la discusión del dictamen en los términos actuales.
"Estuvimos conversando sobre la excepción laboral. Acordamos mantener el diálogo, reinstalar una mesa de trabajo específica que es posible se desarrolle esta semana y una marcha que iniciará a las 09:00 de la mañana del Zócalo a la cámara de diputados. Estamos dispuestos a que las propuestas que hagamos de forma concreta se puedan retomar y ahí se verá la voluntad política", dijo Enrique Enríquez Ibarra, dirigente de la sección 9 de la CNTE.
"El acuerdo que se tiene, ya como dijeron ellos mismos, es no subir al pleno hasta que no lleguemos a finalizar los acuerdos de las mesas de trabajo. Seguimos en disposición".
Los maestros y el diputado Delgado rechazaron que se esté elaborando una reforma "a modo" de la CNTE. Enríquez Ibarra dijo que los docentes, "necesitamos ser escuchados porque durante el sexenio de Peña Nieto se sufrió represión y hoy es un punto fundamentales que queden planteados los señalamientos en el texto constitucional".
Mientras que Delgado señaló que, "no se trata de que esté a modo de los maestros o no. Va a estar a modo eso sí de los niños los jóvenes y los adolescentes y a modo de que tengan un mejor futuro”.
Por la mañana en conferencia de prensa, la disidencia magisterial advirtió que si se vota el dictamen de reforma educativa como está en el momento, el Congreso habrá de atenerse a las consecuencias y que los maestros no bajarán la guardia durante el sexenio.