Juchitán de Zaragoza.- El ayuntamiento de San Pedro Pochutla, región Costa de la entidad, determinó que el municipio pase a
semáforo epidemiológico color
naranja, a partir de este 1 de septiembre y hasta nuevo aviso, ya que mantiene un número importante de contagios, casos activos y defunciones por
Covid-19.
De acuerdo a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), San Pedro Pochutla tiene contabilizado 500 casos acumulados, 22 casos activos y 38 defunciones, además de que la región Costa tiene 5 mil 71 casos acumulados, 531 sospechosos y 396 defunciones.
Ante ese panorama, el cabildo municipal determinó el color del semáforo a partir del 1 de septiembre, luego de tres semanas en las que se mantuvieron en semáforo rojo, igual que otros cinco municipios integrantes de la Alianza de Municipios de la Costa.
Las nuevas medidas sanitarias consisten en limitar el aforo de los espacios de hospedajes en todos los destinos de la cabecera municipal y de playas a 50%, mientras que los alojamientos que operan con seis o menos cuartos podrán abrir funcionar con 100%.
Se mantiene activo el uso obligatorio del cubrebocas en espacios públicos, dentro de espacios comerciales y transporte público, se reactivarán los operativos de seguridad con aplicación de las sanciones administrativas a los que no acaten las restricciones sanitarias, como la suspensión de fiestas y todo tipo de reuniones que aglomere personas, ya sean recreativas, deportivas, religiosas, sindicales o políticas.
Los mercados, tiendas, tianguis, servicios financieros, bancos, cajas de ahorros, también operarán con un aforo de 50%, pero observando las medidas sanitarias en su interior como el uso de cubrebocas, sana distancia y uso de gel antibacterial.
San Pedro Pochutla forma parte de la Alianza de Municipios de la Costa que en días pasados se declaró en semáforo rojo, del 9 al 31 de agosto, lo que implicó la determinación del cierre de sus playas al turismo, así como una la ley seca.
Estas restricciones causaron controversia entres los prestadores de servicios de algunos municipios como Santa María Huatulco, que no lo aceptó y terminó por instalar sus propios protocolos restrictivos, sin afectar el comercio.
