En julio pasado la dependencia federal negó el permiso ambiental solicitado por la minera, filial de la canadiense Fortuna Silver Mines, con el cual se pretendía regularizar la situación de 75 obras del complejo San José II, que fueron construidas sin observar las condiciones ambientales que se autorizaron en 2009.
Ante la falta de autorización ambiental, la compañía no puede operar, situación por la cual antes de que iniciara la conferencia mañanera, el presidente de San José del Progreso acompañado de la representante social de ese municipio, Irene Vásquez, entregó el documento en la Oficialía de Partes de la Presidencia de la República donde solicita a AMLO que “sensibilice a las funcionarias y funcionarios que han negado el permiso para operar” a la empresa minera, filial de la empresa candiense Fortuna Silver.

El presidente municipal pide que se sensibilice a los funcionarios para que se apeguen a Derecho y permitan “seguir generando empleos y bienestar para los más humildes” porque “en tiempos de la desgracia del Covid-19, diez mil personas (directa e indirectamente) se benefician de la minería en la zona, mismas que “no pueden ser arrojadas a la incertidumbre, ni las malas prácticas muy comunes y peligrosas de las zonas deprimidas”.
La carta está firmada por el edil, los integrantes del cabildo, trabajadores y habitantes de San José del Progreso.
“Con la generación de empleos en la mina dimos solución a un problema ancestral en San José del Progreso, no permita que insensibles funcionarios reviertan este acierto, no queremos que generen un problema donde ya hemos aportado una solución”, le dice el edil a la carta a AMLO.
Según el edil, no existe ningún modelo de desarrollo que no tenga como base el trabajo, es decir el empleo, único generador de riqueza de las naciones. En ese sentido, insiste en que el presidente López Obrador visite la unidad minera y les ofrezca “su voto de confianza” otorgándoles el permiso correspondiente.
Afirmó que por cuestiones que ignoran, funcionarios “más activistas que servidores públicos” con una narrativa alejada totalmente de la verdad no han querido otorgar el permiso ambiental “por equivocación, por ser cooptados o simplemente por mala fe, fruto de la ignorancia y falta de sensibilidad”.
Según las autoridades municipales, San José del Progreso ha podido alcanzar el progreso apenas hace una década, cuando ante el abandono ancestral del Estado Mexicano, tomó “conscientemente” la decisión de aceptar y apoyar el establecimiento en su territorio de la minera.
“Con la sabia decisión de nuestra gente de San José del Progreso, vía el sudor de las trabajadores y trabajadores de nuestro municipio y de muchos más de Oaxaca y el mundo hemos alcanzado el bienestar de nuestras familias que antes estaban en la marginación y la pobreza extrema, enarbolando la única herramienta de la gente pobre: las ganas de salir delante de la mano del uso del recurso disponible para lograrlo, en este caso los metales”, describe la carta.