En un comunicado, el Frente de Resistencia Indígena Juxtlahuaca al cual pertenece y dirige Hernández García, condenó la aprehensión en la ciudad de Oaxaca del agente municipal de la comunidad de Guerrero Grande, Atatlahuca.
Aseguró que la detención del también ex candidato a diputado por el Partido Redes Sociales Progresistas fue arbitraria, porque los agentes de la AEI nunca mencionaron el motivo o causa de su detención, “violentando así sus derechos y poniéndolo en un peligro inminente”.
“Cabe mencionar, que nuestro compañero y agente municipal de Guerrero Grande, ha sido victima en diversas ocasiones de intento de asesinato, calumnias y desprestigio por parte de quienes se ven afectados sus intereses particulares, cuando todas las actividades de ésta organización y de nuestro compañero han sido y siguen siendo encaminadas a la defensa y desarrollo del territorio y patrimonio de nuestros pueblos”, agregó.
El Frente Indígena exigió a las autoridades competentes hacer una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos, deslindar las responsabilidades que presuntamente obran en contra de su compañero Juan Gabriel Hernández y resarcir los daños que esto conlleva y promover la justicia.
“Pedimos que a nuestro compañero, se le garantice su derecho de audiencia en un marco de transparencia, legalidad y justicia”.
La organización pidió a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) dar vista a los hechos que no “son otra cosa que el hostigamiento, acoso y la criminalización del Estado contra los Defensores de los Pueblos y los Derechos Humanos”.
Mientras que exigió al gobierno de Oaxaca atender con celeridad la aprehensión del ex candidato a diputado porque peligra su integridad física y psicológica.
Del 21 al 23 de octubre pasados, una serie de agresiones armadas contra las comunidades de Guerrero Grande, Ndoyonoyuji y Mier y Terán dejó al menos una persona muerta y 400 desplazadas.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) confirmó en su momento la quema de 90 casas en esta comunidad y 30 más en Mier y Terán; así como el robo de una campana de 1910.