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En la presentación de un informe preliminar sobre la visita a esta comunidad, detalló que la violencia se registró los días 21, 22 y 23 de octubre de 2021, y aclaró que la información únicamente corresponde a Guerrero Grande, porque aún no se acude a las localidades Ndoyonoyuji y Mier y Terán, donde también hubo agresiones armadas, quema de viviendas, de vehículos y robos.
Durante las diligencias de búsqueda de personas desaparecidas, junto a la Fiscalía General del Estado (FGEO), aseguró que se encontraron restos humanos al parecer de dos personas asesinadas y calcinados. Los restos óseos, como cráneos y dentaduras se encontraron en dos viviendas quemadas.
En diferentes sitios de Guerrero Grande también se encontraron vehículos incendiados, casquillos y ojivas de armas de fuego de alto calibre e impactos de bala en edificios.
Con estos datos preliminares, confirmó la quema de 90 casas en esta comunidad y 30 más en Mier y Terán; así como el robo de una campana de 1910.
“Es un delito la acción por omisión, un crimen de Estado, porque podían prevenir un daño irreparable y no lo hicieron, y ya se les había advertido desde antes y nadie hizo nada. Fue el sábado cuando se efectuó la masacre y ni la Guardia Nacional ni las autoridades del Gobierno de Oaxaca atendieron las llamadas de auxilio antes y durante las agresiones”.
El presidente del Cedhapi exigió al Estado llevar atención inmediata a las personas desplazadas forzosamente, porque hay una necesidad urgente de atención humanitaria. Hasta ahora, dijo, el gobierno únicamente ha llevado “unas cuantas” colchas y colchonetas, cuando las personas necesitan alimentos, vestido, medicamentos y atención médica.