
La inconformidad de los ciudadanos encabezados por el poeta Víctor Terán, así como los arquitectos Elvis Jiménez y Gerardo de Gyves, responde a los cambios realizados en el edificio al sustituirse las columnas originales o pilares de ladrillo del edificio, por pilares de madera conocidos como planchas.
Esta acción ya fue explicada y avalada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tomando de referencia los estudios estructurales que se realizaron por especialistas y que ayudarán al edificio a soportar futuros sismos.
