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“No pedí el crédito porque la tasa de interés es de 25%. Es una tasa muy alta y así, como está la economía colapsada, ni pensarlo”, comenta el comerciante que prefirió solicitar el financiamiento de sus proveedores.
En mercancía, obtuvo un préstamo de 3 millones de pesos que deberá cubrir en diciembre próximo.
Donde estuvo el negocio papelero, sólo queda un enorme claro, medio cubierto con tablones de madera. En ese lugar, Ramón Caraveo planea la construcción de una nave industrial para rentarla, que cuesta poco más de un millón, pero espera que con la ayuda de su familia pueda empezar el año entrante.

Julio renta una vivienda donde vive con su familia. La que era su casa tiene daños severos en la parte alta, donde albergaba sus habitaciones. Los arquitectos le dijeron que es riesgoso vivir ahí, sólo la parte baja resistió y ahí reabrió el negocio. Julio no tiene el dinero suficiente para que termine la reconstrucción de su casa de tres pisos. Va gastando unos 200 mil pesos.
Los ocho empleados que despachan en el negocio de pintura regresaron a trabajar en enero, cuatro meses después del sismo. Julio les pagó tres días por cada semana que no trabajaron. “Ellos también sufrieron pérdidas con el sismo y no podía dejarlos desamparados”, agrega.
A través de BanOaxaca, los emprendedores que perdieron sus locales comerciales recibieron créditos que en total sumaron 40 millones de pesos; además, la institución otorgó microcréditos por 13 millones de pesos. En total, BanOaxaca impulsó préstamos de más de 334 millones de pesos a favor de seis mil 719 personas con actividades productivas.
En el marco de la primera conmemoración del sismo, adelanta el director General de BanOaxaca, Paulo César Ortiz Marcial, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa dará a conocer un paquete económico de 100 millones de pesos más, para apoyar con créditos a mujeres productivas inscritas en el régimen fiscal y también para jóvenes emprendedores.
Hugo López no cabe de gozo, BanOaxaca le prestó 200 mil pesos, 120 mil para la reconstrucción de su papelería y 80 mil para comprar mercancía. El préstamo deberá terminar de pagarlo en cinco años.
El local está en obra negra, pero ya luce cuadernos, mochilas, lápices, entre otros productos. La venta, dice, aún es lenta, sobre todo porque la calle donde está ubicada la papelería Donají, está cubierta de puestos ambulantes que vendían en el exterior oriente del Mercado 5 de Septiembre.