Lo que Teófilo no podía prever es que por su colaboración en esos hechos enfrentaría la demanda penal número 542, por el delito de privación ilegal de la libertad.
“Somos cuatro las personas demandadas por la CFE, que lejos de resolver los problemas que generan los apagones, criminaliza las exigencias de los pueblos que sólo demandan una atención pronta y que se revisen las facturaciones que son tarifas excesivas”, dice.
Leche agria. La mañana del martes, Teófilo acompañó a unas 300 personas de los municipios de Matías Romero, San Juan Guichicovi y San Juan Mazatlán, a una protesta en contra de la CFE.
Al mediodía, los funcionarios ofrecieron una mesa de diálogo para atender problemas, como los constantes apagones, las variaciones de voltaje y la falta de mantenimiento a las vías de conducción, además de los cobros excesivos. En ese diálogo, la CFE también ofreció revisar la causa penal en contra de Teófilo García Sarabia, acusado por la dependencia del delito de privación ilegal de la libertad.
En esta semana, no fue la única protesta que vivió la CFE en Matías Romero. Para el miércoles, pobladores de la Colonia Cuauhtémoc, del municipio de Matías Romero, y de Chalchijapa, que forma parte del municipio zoque de Santa María Chimalapa, también protestaron en la sede de la CFE.
La razón de la protesta también fue los constantes apagones que afectan a los ganaderos que dependen de la ordeña y venta de leche, tanto a Liconsa como a los empresarios locales que producen queso y tienen su comercio en Puebla, Oaxaca y Veracruz.
José Alberto Fuentes Martínez, uno de los manifestantes de Chalchijapa y productor de leche, dice que los apagones afectan el proceso de ordeña, acopio y traslado de la leche: “Tenemos más de 20 contenedores, unos de 2 mil, otros de 3 mil y hay hasta de 5 mil litros, que en total hacemos como 30 mil litros que compran las queserías y el gobierno federal”, dice el productor, y se pregunta quién pagará sus pérdidas por las fallas en el suministro de la electricidad.