Las autoridades de ambas poblaciones denunciaron que la dependencia federal se ha negado a entregarles el documento de no requerimiento de impacto ambiental, y se corre el riesgo de que se pierdan los recursos públicos autorizados para esas acciones.
En el caso de San Antonino Monteverde se trata de la construcción de un camino cosechero que beneficiaría a alrededor de mil 200 campesinos de este municipio de la región Mixteca de Oaxaca, y el cual la gestión de este requisito inició desde febrero de 2020.
“Nosotros exigimos nuestro resolutivo, porque ya hemos tenido varios diálogos con la delegada María del Socorro y no nos atiende. Solamente necesitamos nuestro resolutivo. El no requerimiento de impacto ambiental de un camino cosechero para beneficiar a la comunidad”, declaró el agente municipal, Francisco Castro.
Helmer Gaspar Guerra, presidente municipal de Santa Ana Zegache, mencionó que el proyecto ya ha sido validado y asignado recursos por el gobierno del estado, pero aún está pendiente de cumplir con el requisito del impacto ambiental.
“Tenemos todo listo, pero como es el tema de siempre, la Semarnat que retrasa el documento de no requerimiento de impacto ambiental y eso retrasa el desarrollo de los pueblos porque retrasa los calendarios de depósito y ejecución, porque los trámites son muy tardados”, denunció.
Para él, el retraso en la entrega de este documento es una estrategia de la dependencia federal y otras, para que los pueblos y comunidades indígenas pierdan los recursos públicos que les han asignado para diversos proyectos.
“Porque a ellos les conviene, se quedan con más dinero, no ejercen y no sabemos a dónde va a parar ese dinero. A final de año nos enteramos que hubo subejercicios, regreso de dinero cuando se pudo aplicar en tiempo y forma en las comunidades. Lo que estamos haciendo es exigir un derecho que nos corresponde y a veces que no quieran hacerlo, tenemos que hacerlo con presión, porque es nuestro derecho”, manifestó.
Gaspar Guerra acusó que la negativa para la entrega de este documento es por capricho de la Semarnat, así como por “la burocracia y por las reglas tan estúpidas y tan tontas que tienen las dependencias gubernamentales; lo que provoca es el retraso del desarrollo de las comunidades”.
“Ni Semarnat ni Conagua tienen un programa para la retención de agua de las lluvias, se supone que son dependencias que velan por el medio ambiente pero no tienen programas ni estrategias ni acciones que lleven a captar por el agua de lluvia, por ejemplo. Sus reglas de operación son obsoletas, no sirven, en campo esas leyes son muertas, necesitamos que vivan la realidad, que por lo menos un día vayan a nuestro pueblo”, finalizó.