Los hogares están invadidos de tristeza, rabia, impotencia. Las familias y la población lloran a su edil y al síndico.
En la casa de la primera autoridad, el dolor de la cónyuge del Alejandro Aparicio dolor es acompañado de la música de la Banda Sinfónica infantil y juvenil de la ciudad.
A un kilómetro de distancia, el Ejército mantiene acordonado otro hogar en el barrio de San Diego; es el domicilio del síndico municipal, Perfecto Hernández Gutiérrez, fallecido la mañana del miércoles luego de ser baleado en el atentado contra el presidente morenista.
El silencio y la incertidumbre invaden a este municipio de la región de la Mixteca, donde el ayuntamiento mantiene suspendidos los servicios luego de la agresión.
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En medio de este fuerte dispositivo de seguridad, familiares y militantes del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) velan al munícipe de Tlaxiaco, Alejandro Aparicio Santiago, y al síndico, Perfecto Hernández Gutiérrez, baleados al mediodía del 1 de enero luego de que asumieran sus cargos.
Elementos del Ejército Mexicano y la Policía Federal en coordinación con la Policía Estatal y Municipal resguardan ambos domicilios, donde la población acude a dar el pésame a las familias.
Justicia, es la principal exigencia de los familiares. "Nosotros pedimos profundamente que se esclarezca este crimen, que no quede impune, lo que nosotros pedimos a las autoridades competentes es que se haga justicia", demanda Victoria Feria Coronel, esposa del presidente municipal asesinado.
"Lo que pedimos es justicia, que agarren a los delincuentes porque no se vale que estemos pasando en nuestro Tlaxiaco esta situación, es un lugar muy tranquilo y lo que sucedió no se vale", señala Luis Hernández Gutiérrez, hermano del síndico municipal.
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Para la familia del munícipe, el crimen fue por cuestiones políticas y ocurrió en un ambiente de opacidad por parte del edil saliente, surgido del Partido Unidad Popular, Óscar Ramírez Bolaños, quien presuntamente se negó al proceso de entrega-recepción.
"Fue político porque él antes de tomar la protesta, dijo que se iban a hacer las auditorías correspondientes, porque el gobierno estaba dividido, entonces nosotros pensamos que viene por ese lado", señala su esposa.
La mujer asegura que Alejandro Aparicio no había recibido amenazas anteriormente, sin embargo, detalla, se encontraba preocupado aún el día de la toma de posesión ante la falta de documentación del ayuntamiento que recibiría.
"Él estaba feliz, animado, pero también había una cierta preocupación por la manera en cómo se estaban dando las cosas de entrega-recepción, porque no habían llegado a un acuerdo, no existió un diálogo antes", señala.
"Era un hombre incansable, luchador, trabajador, era un hombre de palabra, de compromisos, él siempre enfrentaba los problemas, nunca se escondía, siempre daba la cara, era un hombre responsable", describe Victoria, la mujer con la que el edil formó su hogar y tuvo cuatro hijos, quienes le sobreviven.
Este jueves será sepultado el presidente municipal junto con el síndico, previo a un homenaje que le rendirá la población, en honor a la despedida.