“Es para que se nos olvide el tema del acoso”, sostiene Virginia Ilescas, al tiempo de asegurar que los supuestos expedientes penales que se acumulan en su contra fueron recopilados por autoridades de la universidad, a fin de sumar desprestigio contra ella, así como contra los otros dos profesores que manifestaron el respaldo a las alumnas que se atrevieron a levantar la voz tras sufrir acoso.

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Al respecto, abunda que la institución escolar no ha informado las medidas para frenar el acoso sexual dentro de sus aulas, acciones que desde su punto de vista son insuficientes, pues sólo se sancionó a uno de los docentes señalado por las estudiantes, sin embargo, a ellas no se les garantizó que durante el ejercicio de su carrera profesional no se repitieran los actos de violencia sexual. Tampoco hay garantía de ello para las otras estudiantes.
Asimismo, abundó que luego de que respaldara la decisión de las estudiantes de denunciar a sus agresores, se inició una campaña de violencia administrativa en su contra y en contra de los otros docentes que la respaldaron.
Como consecuencia de ello, Virginia Ilescas fue despedida por presunta violación al contrato de exclusividad con la universidad, y recientemente se dio a conocer que existen procesos penales en su contra, por supuestas violaciones a los derechos humanos.
Al respecto, ella ha declarado que representantes de la universidad han iniciado una campaña que busca desprestigiarla: "por ser mujer y por ser indígena".
Los pactos patriarcales, apunta, han protegido a los alumnos que constantemente han atacado a las estudiantes que denunciaron, dejando evidencia de ello en redes sociales.
Por su parte, la Unistmo aseguró que siempre “se ha conducido respetando los valores plasmados en su decreto de creación de fomentar los principios de respeto a la dignidad humana, dentro de un marco de paz, justicia, libertad y solidaridad social y con una preocupación real de los 740 alumnos y 137 profesores investigadores, integrados en los tres campus universitarios".