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Esta legislación debe contemplar su participación para la protección especial de nuestros territorios, los derechos de la naturaleza y para que sean considerados antes de tomar cualquier medida legislativa o administrativa que pueda afectarnos.
En Oaxaca, explicaron, el territorio ejidal y comunal concentra el 80% de los bosques y selvas que alberga una gran biodiversidad de flora y fauna y es la entidad con mayor biodiversidad del país.
Sin embargo, sostuvieron que se ha incrementado la perversidad por parte de las empresas y el Estado al no respetar la autonomía violentando los derechos territoriales de las comunidades y pueblos indígenas.
“Ante la ambición del capital, se han aprobado decretos y legislaciones que facilitan el despojo de los territorios indígenas reflejado en las concesiones mineras, hidroeléctricas, eólicas, supercarreteras; pagos por servicios ambientales, amenazas a las semillas nativas, que hasta la fecha están sin ninguna protección especial como lo refieren los Convenios y Tratados Internacionales”, señalan.
Para las comunidades indígenas, aseguraron, la tierra y el territorio no son entidades separadas, sino es integral o una totalidad en la que descansa y se practica con respeto y en reciprocidad nuestra vida colectiva.
“Al unísono decimos que ya no estamos dispuestos a ser tratados en nuestras tierras y territorios como personas ajenas, por eso reivindicamos el principio de diálogo plural, donde Oaxaqueños y Oaxaqueñas con identidad indígena aportemos nuestra palabra para construir una iniciativa de ley local”, aseveran.
Ante la amenaza y despojo, también hicieron un llamado a pueblos y comunidades a fortalecer la articulación estatal y nacional para la defensa de su tierra y territorio, a través del ejercicio de su derecho a la libre determinación y autonomía, y el fortalecimiento de sus asambleas comunitarias y los pilares de la comunalidad.