Dalia espera impaciente que su hija salga pronto. La bebé fue internada porque ingirió excremento antes de nacer, pues ya había cumplido las semanas de gestación y pese a eso no era aceptada.
Desde el sábado 27 de enero, la joven madre por segunda ocasión acudió a la sala de urgencias del hospital desde el sábado 27 de enero, con fuertes dolores de parto. Durante las revisiones le indicaron que aún le faltaba dilatación y semanas por cumplir.
La madre detalla que volvió el domingo por la mañana, pero nuevamente la regresaron.
“Por favor díganme si me van a atender, se siente muy feo que mi niña se mueva mucho, ya quiere nacer y no me atienden”, suplicó la madre al personal del hospital.
La respuesta a Dalia fue que no había médicos que pudieran atenderla, y le dieron un pase para recibir el servicio en una clínica particular.
Una hora después de nacida, el padre trasladó a la recién nacida en taxi para pedir atención médica de urgencias del hospital general.

Dalia, quien padece los dolores de la cirugía desde una silla a fuera de la sala de urgencias y bajo una carpa, ruega que pronto su hija sea dada de alta y regresar por fin a casa para disfrutar de su alegría.
Por esta razón, el personal médico eventual informó que cumplirán sus horarios laborales, pero sin realizar guardias. Desde el 16 de enero, hay un paro parcial de labores en clínicas y hospitales públicos de la entidad, primero por la falta de pago a personal regularizado y ahora en defensa de personal de contrato.