“A los rateros no los agarran… luego se reparten la mercancía entre ellos”, gritó una persona adulta mayor a los policías, quienes escoltaron a los inspectores que se llevaron a los comerciantes.
Fueron al menos seis inspectores y unos cuatro elementos policiales quienes participaron en el desalojo captado en cámaras de video, en donde decenas de ciudadanos pedían a las autoridades locales que soltaran a los vendedores.
Los representantes de la administración municipal se enfrentaron a insultos, rechiflas y descalificaciones por la acción en contra de los comerciantes ambulantes, quienes al parecer vendían ropa tradicional.
Mientras que los ciudadanos rodeaban a los inspectores, éstos recogían del suelo la mercancía y rápidamente se llevaron a los comerciantes.