Hierve el Agua, en el estado de Oaxaca, es uno de los tesoros naturales más impresionantes de México. Este sitio, ubicado en la sierra de San Lorenzo Albarradas, sorprende con dos monumentales cascadas petrificadas formadas por el escurrimiento de agua con un alto porcentaje de carbonato de calcio a lo largo de miles de años.

@desdeelcielomx Parece otro planeta. Pero es México. Así se ve Hierve el Agua... desde el cielo. Una cascada que no se derrama, sino se convierte en piedra. Solo hay dos lugares así en todo el planeta: uno en Turquía... y otro aquí, en México. Hierve el Agua es una joya geológica viva. Un lugar sagrado y protegido. Si visitas, recuerda: para volar dron aquí, necesitas permiso, que puedes gestionar con ayuda de tu guía local. ¿Tú ya lo conocías? Comenta si lo visitarías #HierveElAgua #DroneMéxico #DesdeEICieloMX #ReelsMéxico #oaxaca @DJI Official ♬ original sound - desdeelcielomx

Desde la vista aérea revela un espectáculo casi surreal: gigantescas formaciones blancas que parecen congeladas en pleno descenso por los acantilados.

Una maravilla natural única

Las cascadas, de más de 200 metros de altura, son uno de los pocos fenómenos geológicos de su tipo en el mundo, siendo su único equivalente las terrazas de Pamukkale, en Turquía. Desde las alturas, el contraste entre el blanco de los depósitos minerales y el café verdoso de la sierra oaxaqueña ofrece una imagen difícil de olvidar.

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Foto: Edwin Hernández
Foto: Edwin Hernández

Pozas termales con vistas espectaculares

En la cima de los acantilados brotan manantiales de agua templada, que han dado origen a pozas naturales que alcanzan colores impresionantes que pueden llegar hasta el azul turquesa. Estas “albercas” se han convertido en un balneario natural, ideal para relajarse con una de las vistas más impresionantes de México. La temperatura del agua oscila entre los 22 y 25 grados centígrados, lo que las hace perfectas para nadar durante casi todo el año.

Foto: Unsplash
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Cómo llegar y qué esperar

Hierve el Agua se encuentra a 69 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, siguiendo la Carretera Federal 190 hacia el Istmo. Ya sea en vehículo propio, tour guiado o transporte colectivo, el viaje hasta este rincón mágico del estado vale totalmente la pena. En el sitio hay servicios básicos como baños, vestidores, palapas, alberca y fondas con comida típica.

Una experiencia que combina naturaleza, aventura y tranquilidad, ideal para quienes buscan vistas espectaculares y momentos de conexión con la tierra.

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