
La tienda abrió en el año 1990 y originalmente se llamó “Thorvald Music”. Su primer local estuvo ubicado en Plaza Santo Domingo en la calle Alcalá de la capital; entonces, había al menos 11 negocios dedicados a la venta de discos y casetes de música en el primer cuadro de la ciudad, y cada una con su propia identidad; estaban las que se caracterizaban por vender música tropical, música internacional, música ranchera, rock y remixes. Después cambió a la tienda a la calle Porfirio Díaz y ahí se mantuvo por alrededor de ocho años y finalmente a la calle Bravo en el centro de la ciudad, desde hace tres años.
“Hay un regreso del interés de la gente por los formatos físicos desde el cassette, el mismo disco compacto que se mantiene, pero sobre todo por el disco de vinil. Esto nos favorece a nosotros, los de las tiendas de los discos que a finales de los ochenta abrimos, y que cuando abrimos, empezamos a vender discos de vinil, que era la única forma de escuchar música en casa para disfrutarla o para tener música en las fiestas o para compartir”, explica Thorvald Pazos, como una forma de revelar el secreto que ha mantenido a su negocio por tantos años pese a los avances tecnológicos.
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La segunda razón es que su tienda se convirtió en un punto de reunión de músicos o personas interesadas en la música, para conversar, planear y echar a andar proyectos, ya sea la producción de un disco o un festival o simplemente charlar.

“Este espacio se vuelve el punto para hablar de diferentes actividades relacionadas con la música, la venta de discos, la compra de discos, el encuentro con amigos músicos para planear alguna producción o tal vez algún festival o concierto.
“A partir de la tienda me di cuenta que quería estar en la primera posición de la producción musical, que no es la venta en mostrador de un disco ya terminado, es estar en la consola del estudio de grabación empezando a grabar las ideas de los músicos. Si bien, no vendía discos, estaba grabando discos”.
Y este interés por la música, revela, proviene precisamente de sus padres. Su padre, Heriberto Pazos Ortiz, dice, era un hombre muy musical al que le gustaba el rock, la música latinoamericana y la música ranchera, y a quien acompañaba cuando iba a comprar discos. Su madre, de origen sueco, y que explica su nombre Thorvald una combinación del Thor, hijo de Odín Dios del trueno, y Vald Dios de los bosques lluviosos.
“Mi papá, independientemente de que era un hombre entregado, serio, con la lucha social, que además fue desarrollando su personalidad en el movimiento social a partir de la primera mitad de los años 70, era un hombre muy musical”.

De hecho, Thorvald Pazos no se ha alejado de la lucha social. Aún interviene o participa en el MULT y en el PUP, organizaciones políticas formadas por su padre.
“Al no estar mi papá, obviamente he tratado de dar el seguimiento al menos en recomendación a las ideas de cómo se planteó que debería de ser la lucha social desde la organización y luego como partido político”, dijo.