El 29 de mayo de 2021, el hundimiento ocurrido en el estado de Puebla ha mantenido su crecimiento en una zona llana y urbanizada, dedicada al cultivo, que acumula más de 126 metros de su eje mayor y 110 metros de su eje menor.
Aquella comunidad que en 2011 fue devorada por las entrañas de la tierra, pues durante cientos de años los habitantes de esta localidad de la región Mixteca vivieron sobre una falla geológica, a la que conocieron como la “Atlántida oaxaqueña”.
El movimiento de la tierra empezó a notarse en julio de 2011. Tras meses de hundimientos y grietas, en octubre de ese año la falla geológica hundió por completo a esta comunidad, donde por cientos de años estuvo asentada y la naturaleza se abrió paso en forma de lagunas.
El hundimiento en la mixteca de Oaxaca dañó caminos y hogares, que puso en riesgo a la población y obligó su desplazamiento a una distancia mayor de un kilómetro de su poblado.
Sin la ayuda del gobierno, las familias afectadas fueron desplazadas a tres albergues instalados por pobladores de la región.
En la actualidad esta comunidad es totalmente inhabitable, es casi un pueblo fantasma. Decenas de hogares quedaron inundados por el total de las tres lagunas que se formaron.

Foto: Especial
En la historia de este soberano encuentran una explicación al fenómeno natural que en septiembre de 2011 hizo que la tierra se abriera, que brotara agua del subsuelo e inundara todo su pueblo, lo que los obligó a abandonar el lugar que habitaban ancestralmente.
El cansancio y la desesperación por no llegar a Santiago Tilantongo hicieron que el Rey Ocoñaña saliera a la superficie para saber qué estaba ocurriendo, su sorpresa fue darse cuenta que su amigo lo había engañado.
Algunos cuentan que el rey de San Pedro Tidaá, al enterarse, decidió no darle agua a ninguno de los dos reyes y desvió el curso del río fuera de Santiago Mitlatongo; otros dicen que fue el Rey Ocoñaña quien desvió el cauce subterráneo como castigo, haciendo un nudo en la punta del cerro para detener la corriente.
Actualmente los habitantes de Mitlatongo, cada primer día del año caminan a lo alto del cerro donde se encuentra un centro ceremonial mixteco dedicado al Rey Le, donde le llevan dádivas y le piden salud, trabajo y bienestar.