“Las violencias por razón de género son una problemática que está tocando cada vez a más hogares, a más comunidades, a más regiones y esto es un tema que nos ocupa en GESMujer”, dice la presidenta.
El registro de la organización, por ejemplo, señala que en lo que va de esta administración se acumulan 46 muertes violentas de niñas y mujeres, 44 de ellas en los primeros 100 días. De las cuales, 15% de las víctimas son menores de 18 años. Es decir, desde que inició el nuevo gobierno asesinan a una oaxaqueña cada dos días, en promedio.

“Las infancias y juventudes están en un riesgo elevado por edad, género, población indígena, afromexicana… tenemos que poner la mirada en la prevención”, sostiene Ayala, quien agrega que en el arranque del sexenio el panorama es grave.
“Creemos que en estos 100 días las cifras han sido verdaderamente alarmantes. Los datos oficiales nos ubican en un primer lugar a nivel nacional en violencia feminicida. Del quinto al primer lugar, lo que nos están diciendo es que no hay una voluntad política, una capacidad técnica para ir abonando a favor de los derechos de nosotras”, asevera la especialista.

La experiencia de GESMujer sobre el tema se fundamenta en que desde hace tres sexenios el grupo realiza un monitoreo de la violencia feminicida, porque es el grado máximo de violación a los derechos humanos de las mujeres, es decir, para que haya una víctima de violencia feminicida antes hubo toda una serie de violencias en el ámbito familiar y en el comunitario.
Pero también son violencias que se dan en otros espacios, como los laborales y escolares, explica Angélica Ayala.
En los casos que se han dado en la actual administración, por ejemplo, 38% de las mujeres fueron asesinadas por su pareja, expareja, padre, concubino, inclusive, hijo, por lo que la experta advierte que se debe poner mucha atención en estas violencias que se dan al interior de los entornos familiares.
“Cuando las mujeres acuden a poner una denuncia, ahí encontramos una barrera, porque siempre hay una revictimización de las mujeres y al no identificar los niveles elevados de violencia feminicida, esas violencias que no se detectan a tiempo dan como consecuencia estos datos alarmantes”, dice.
Ayala Ortiz lamenta que las campañas como la presentada recientemente por la titular del Secretariado Ejecutivo de Seguridad, Karina Barón, enfocada a la violencia familiar, “en lugar de abonar a que podamos establecer acciones puntuales, que permitan ir al origen de la problemática, generan un entorno más hostil, en el tema de las violencias”, indica.
Ante ello, hizo un llamado a las autoridades a asesorarse para que puedan establecer una política acorde con los derechos de las niñas y mujeres.
Las organizaciones, de manera constante, demandan diálogo con las instituciones, pero también ponen en sus manos informes, diagnósticos y cifras sensibles. “Hemos recibido participaciones para ir a foros, eventos mediáticos, pero lo que demandamos es otro tipo de relación, una donde podamos establecer acciones de prevención, atención, acompañamiento, en conjunto”, agrega.
Para la activista, la participación de las mujeres de la sociedad civil y de las organizaciones es importante para poder dialogar. “La experiencia la tenemos y la queremos poner al servicio de todas las personas que tomen decisiones y que abonen a mejorar el acceso de las mujeres a una vida libre de todas las formas de violencia”, finaliza.
