Sin embargo, la constante en toda esta jornada fueron los retrasos de la llegada de las dosis a los puntos de vacunación, su escasez y la incertidumbre en el proceso.
Con el arribo a la entidad de 30 mil 225 dosis de las empresas Pfizer-BioNTech y 28 mil 699 de Sinovac, hace ocho días, Nancy Ortiz Cabrera, delegada de los programas de Bienestar del gobierno federal en el estado, se adelantó a anunciar las sedes y la logística de vacunación, sin informar al gobierno de Oaxaca.

Foto: Edwin Hernández
Todo el proceso de logística y aplicación fue ampliamente cuestionado por los ciudadanos, quienes algunos tuvieron que pasar hasta más de 24 horas de espera formados en alguna de las 11 diferentes sedes en la capital.
En algunos puntos también se denunció lucro político, con el proceso electoral que está en proceso, por ejemplo, de parte de la precandidata por el Partido Acción Nacional (PAN), cuando llegó al Gimnasio Universitario de la UABJO a reclamar el proceso de vacunación y a reclamar la organización de los Servidores de la Nación, por lo que varios de las personas ahí la abuchearon y pidieron que se fuera

Foto: Edwin Hernández
Esta suspensión, la cual argumentó el gobierno federal que se debió a un retraso en el arribo de las dosis, derivó en la molestia, no solamente de la población sino también de las autoridades municipales, quienes previo a esa noticia habían dado a conocer sus estrategias para ordenar el proceso de vacunación, a fin de evitar las aglomeraciones y que las personas pernoctaran en las filas para recibir la dosis y estar inmunizadas.
Ese fue el caso de Dante Montaño, edil de Santa Lucía del Camino, quien desde la noche del miércoles, tras conocer la cancelación por parte de la delegada de Bienestar, Nancy Ortiz, encabezó cinco bloqueos carreteros, con la exigencia de vacunas, hasta la renuncia de la funcionaria federal.
La protesta del alcalde desencadenó incluso que al día siguiente, al manifestarse afuera de las oficinas de Bienestar, fuera encañonado por un presunto guardaespaldas de Ortiz.

Foto: Edwin Hernández
Ante estos hechos, la imagen caótica de la jornada en Oaxaca había sido ya estampada en medios, y hasta el gobernador Alejandro Murat reconoció que el proceso de vacunación contra Covid-19, coordinado por el gobierno federal a través de la Delegación de Programas Sociales de Bienestar, era hasta entonces un “desastre”.
EL UNIVERSAL dio a conocer que el gobierno de Oaxaca ofreció estadios deportivos, el Centro de Convenciones y el CityBus, para transportar a adultos mayores y evitar las horas de espera, pero el gobierno federal lo rechazó.

Foto: Mario Arturo Martínez
La aplicación de la vacuna se retomó el viernes en los 11 municipios donde se había cancelado.
Con un par de horas de retraso, y a pesar de largas filas de espera, el proceso fluyó con mayor orden que en la ciudad de Oaxaca. Aunque las dosis no alcanzaron y en municipios como San Sebastián Tutla y Atzompa, algunos tendrán que seguir esperando, el proceso también dejó postales de esperanza, como ésta donde dos mujeres se dan la mano con entusiasmo, o a dos niños que llevaron a su abuelo a vacunar en una carreola, y que tras su difusión el DIF estatal logró otorgarle una silla de ruedas.

Foto: Fernando Miranda