Los comerciantes consideran que el proyecto de centro gastronómico atenta contra los mercados tradicionales, contra la identidad cultural del estado y que además afectará la economía de los pequeños comerciantes.
“Este Centro no viene a sustituir la tradición culinaria de la que son guardianas las familias oaxaqueñas que trabajan en nuestros mercados tradicionales, comedores o restaurantes. Al contrario, su objetivo es honrar esta tradición. Se trata de un lugar en donde tanto las y los oaxaqueños como los turistas podrán conocer a profundidad los elementos que hacen rica nuestra cultura culinaria y valorarla mejor”, puntualizó.
La obra se mantendrá en el centro de la capital del estado, pero ahora a unos metros del Templo de Santo Domingo de Guzmán; las autoridades detallaron que la construcción está pensada para convertirse en una atracción turística de “alto nivel”.

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El proyecto, planteado en abril de 2019 para construirse en la Real Alhóndiga de Antequera, tenía como principal objetivo “ofrecer una alternativa para el rescate de la cocina tradicional e indígena oaxaqueña”, de acuerdo con el documento oficial publicado por la Secretaría de Turismo en ese entonces.
Con el tiempo, las autoridades fueron informando más detalles, como la participación de la Fundación Alfredo Harp Helú, que invertirá en esta obra, con un costo en su primera etapa de 50 millones de pesos; esta suma forma parte de las inversiones contempladas en la deuda que el Congreso del estado aprobó a petición del gobernador Alejandro Murat.
“Con el Centro Gastronómico, el gobierno del estado, a través del Inpac, cumple con la encomienda de proteger y preservar el patrimonio tangible e intangible de las y los oaxaqueños, debido a que se ubicará en el corazón de un importante recinto histórico de nuestra capital”, señaló el titular del instituto.