Entre sus exigencias, amparados por la sentencia de la SCJN emitida en noviembre del año pasado, los chimalapas reiteraron en la colocación de mojoneras físicas en los límites marcados entre Oaxaca y Chiapas, con la finalidad de que se reconozcan las posesiones de los chimalapas y cesen las incursiones de talamontes y ganaderos chiapanecos.
También, demandaron la nulidad total de todos los núcleos ejidales y poblados chiapanecos que se encuentran invadiendo el territorio comunal de San Miguel y Santa María Chimalapa, y llamaron a los funcionarios y legisladores oaxaqueños a que se presenten en la comunidad de Santa María Chimalapa y definir, con los comuneros, todas las acciones en defensa del territorio comunal.
En su resolución de noviembre del año pasado, los ministros de la SCJN dieron un plazo de 23 meses a los gobiernos y diputados de Chiapas y Oaxaca para ejecutar la sentencia, que implica modificar sus respectivas constituciones para fijar los nuevos límites entre ambas entidades.
Hasta ahora, Chiapas muestra resistencia y Oaxaca no tiene interés, acusaron los chimalapas.