Para el próximo año, se estima un crecimiento económico entre el 2.5 y el 3.5%, menos dependiente de la economía norteamericana debido a factores internos, como el nearshoring, un incremento histórico en la captación tributaria y una producción de petróleo crudo de 1.9 millones de barriles diarios, entre otros.
“Los demás supuestos, como la inflación, tasas de interés, precio del petróleo, tipo de cambio respecto al dólar, son más conservadores que los hechos por analistas nacionales e internacionales, incluido el nivel de deuda, el cual será menor en términos reales a lo estipulado en los Pre-Criterios Generales de Política Económica (PCGPE) 2023 y 2024”.
Jara Cruz destacó que “para fortalecer el estado de bienestar, el presupuesto 2024 no solamente garantiza los apoyos que reciben millones de mexicanas y mexicanos, sino que contempla un incremento proporcional a la inflación calculada para el próximo año con el objetivo de proteger el poder adquisitivo de las personas beneficiarias”.
El Presidente de la Conago apuntó que, por primera vez en la historia del país, no habrá obras de infraestructura inconclusas ni se maquillarán los indicadores macroeconómicos al final de un sexenio, “debe decirse que los gobiernos de las 32 entidades federativas resultaremos beneficiados por el grado de inversión pública dirigida a concluir los grandes proyectos de infraestructura en el norte y en el sur-sureste del país, este último donde los niveles de pobreza son más altos y los ingresos son menores”.