Bajo el sol, con las carpetas de peticiones en la mano o bajo el brazo, con pancartas de cartulina y mantas, reaccionaron ante el vuelo de un helicóptero cuyo piloto maniobraba para descender en el helipuerto del cuartel militar ubicado en Tangolunda. Con voces exaltadas ante las transmisiones para las redes sociales, pedían soluciones a sus demandas, algunas de hace años.
“Venimos a decirle al presidente Andrés Manuel (López Obrador) que los ganaderos de la Costa estamos esperando que los funcionarios de la Secretaría de Ganadería (Sagarpa) cumplan con su compromiso de entregarnos las cabezas de ganado, incluyendo el semental, porque desde el 2020 ya nos dieron las notificaciones que somos beneficiarios”, comentó una persona.
Al respecto, el presidente de la Unión Ganadera Regional del Istmo (UGRI), Jorge López Guerra, destacó que no sólo en la región costera la Sagarpa incumplió con la entrega del ganado del Programa Crédito Ganadero, que ya desapareció el actual gobierno federal. “En todo el territorio oaxaqueño hay poco más de 500 ganaderos defraudados y que esperan que les cumplan”, dijo.
Entre empujones, codazos y explosivas expresiones, hombres y mujeres que se identificaron como pescadores de embarcaciones menores de la Costa llegaron reclamando por qué el gobierno federal les desapareció los programas de concurrencia que les permitían sustituir lanchas, motores y redes para la pesca.
Desde el 2020, los pescadores agrupados en las cooperativas dejaron de percibir recursos de diversos programas de estímulo a la producción de escamas para garantizar la autosuficiencia alimentaria. Nos quitaron todo y sólo dejaron un apoyo único al año de 7 mil 200 pesos que vienen siendo como 20 pesos diarios, expresaron en medio del tumulto.
Al término de la evaluación de los avances en la reconstrucción y luego que el presidente AMLO anunció que regresará el viernes 25 de noviembre para hacerle un reconocimiento al gobernador Alejandro Murat, quien dejará el cargo cinco días después, el jefe del Ejecutivo Federal comió, mientras afuera la gente esperaba, cubriéndose del sol con sus carpetas de peticiones.