“Nosotras seguimos trabajando, siguiendo las indicaciones sanitarias de las autoridades y, de acuerdo con nuestros datos, las solicitudes de atención de partos y embarazos ha aumentado desde el inicio del aislamiento”, dice.
Este 2020 las cosas son diferentes. En lo que va del año la organización ya ha atendido nueve partos, cuatro de éstos se han registrado en el espacio de la organización, mientras que el resto han sucedido en los domicilios de las madres. Lo anterior, aseguran, indica un crecimiento de hasta 80% en los nacimientos atendidos en casas.
Ríos Coca confirma que la partería es una opción para liberar la carga al sector Salud, que actualmente está enfocado en la atención a pacientes con coronavirus: “La partería puede ser una posibilidad y nos daría fortalecimiento a las parteras que trabajamos en recuperar la sabiduría de los partos en casa o en nuestras instalaciones preparadas para ello".
Al respecto abunda que, de acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa), 90% de los embarazos sanos culminan con partos sanos. Por ello, insiste que las mujeres pueden evitar asistir a los hospitales y buscar el acompañamiento de una partera.
Dos semanas más tarde se presentaron lineamientos para la atención del virus en mujeres gestantes y en etapa de puerperio, que abarca hasta ocho semanas después del parto. Sin embargo, no hay información que confirme que la gestación es un factor de riesgo ante el virus que amenaza en estos días al mundo.
“No tenemos datos contundentes de mujeres que por estar embarazadas hayan fallecido por coronavirus. En algunos casos de personas que han muerto en otras condiciones, también hacen falta los diagnósticos, dado que en su mayoría son pacientes con enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes”, explica Ríos Coca.
El documento que especifica los lineamientos de atención para mujeres en estado de gestación señala que éstas, si tienen coronavirus, pueden presentar síntomas leves o llegar a una condición más grave, como cualquier otro paciente, sobre todo si tiene comorbilidades (enfermedades agravantes) o factores de riesgo.
Sobre el tema, profundiza que la partería ofrece, desde el primer contacto, atención personalizada a los futuros padres. El acompañamiento de las parteras se basa en escuchar a las mujeres, sus emociones y sentimientos durante el proceso de embarazo, si éste es planeado o si sucede inesperadamente.
“Platicamos mucho de lo emocional, de cómo se está viviendo a nivel personal y a nivel pareja. Ponemos atención en las situaciones que impiden que el embarazo fluya de la mejor manera, por ejemplo, amenazas de aborto y los miedos al respecto”, dice la partera.
Por esa razón, la partería echa mano de herramientas como la terapia floral y los masajes, a fin de mejorar el estado anímico, sicológico y, como consecuencia, la salud de las embarazadas.
Ríos Coca apunta que la diferencia fundamental entre la atención hospitalaria y la partería es que esta última no tiene prisa, ni límites de tiempo para la atención, por lo que las cesáreas prácticamente se descartan y los procesos de parto pueden alargarse hasta tres días.
“Lo que hacemos es respetar los procesos. Hay nacimientos rápidos y hay otros que tardan dos o tres días. Nosotras acompañamos el tiempo necesario, siempre con retroalimentación con la madre para que los procesos de embarazo, parto y lactancia fluyan de forma individual, dependiendo de cada mujer”, indica.