Hasta junio de 2018, el INAH reportó como terminados los trabajos de reconstrucción y conservación de 24 monumentos históricos, dos zonas arqueológicas y dos bienes muebles.
"Para nosotros, esto sigue siendo una emergencia, así lo vemos y así lo seguimos atendiendo", declaró al hablar de las largas jornadas laborales que enfrenta diariamente el personal del INAH para culminar con las labores de restauración.
Resaltó que para los trabajos de remozamiento en los diferentes sitios que son considerados patrimonio histórico, se requiere una estrecha relación con las autoridades gubernamentales y eclesiásticas, quienes han facilitado los trabajos. Sobre todo a través del Instituto del Patrimonio Histórico del Estado de Oaxaca, dependencia con la que se ha creado un vínculo.
Por otro lado, el INAH y sus colaboradores aseguraron que pese al presupuesto reducido para trabajar, las tareas se han asumido con responsabilidad y entusiasmo.
Asimismo, añadieron que colaboran con otras instancias como la Fundación Alfredo Harp Helú, la Fundación Slim (que ha donado lonas para proteger inmuebles), las universidades de Barcelona y Génova, que aportarán estudios de suelo, para coadyuvar a la recuperación del patrimonio cultural.