En el 2018 se contabilizaron 135 tomas clandestinas en la entidad, el doble de lo que se registró en el 2017, que fue de 69 tomas. El año pasado, en México se registraron 12 mil 581 tomas clandestinas, siendo el estado de Puebla el que encabezó la lista con mil 817, le siguió Hidalgo con mil 726 y Guanajuato con mil 547.
De acuerdo con los datos de Pemex, el mes más fructífero para el robo de hidrocarburos en Oaxaca fue octubre, con 22 tomas clandestinas, aunque en noviembre y diciembre no se detectó ningún delito de ese tipo. Le siguieron julio y septiembre con 18 tomas cada mes; enero, mayo y agosto con 15 cada uno; febrero y marzo con nueve tomas cada mes, abril ocho y junio con seis tomas.
En la zona norte del Istmo de Tehuantepec, las tomas clandestinas en los ductos que vienen de Veracruz han causado derrames del hidrocarburo en ríos, arroyos y tierras de los ganaderos, lo que también ha originado una serie de movilizaciones de comunidades y organizaciones sociales para exigir indemnización por la contaminación.