En sus venas corre sangre chinanteca de la que está orgulloso; sin embargo, circunstancias familiares lo obligaron a tener un registro legal como ciudadano mexicano nacido en el estado de Morelos, donde creció y estudió hasta la preparatoria.
“No me gusta Morelos, soy de Oaxaca”, dice el estudiante de diplomado en Química, quien se inscribió al Premio por iniciativa de su amigo José Humberto Ramirez Leyva, ganador del Premio Nacional de la Juventud 2016 en la categoría Protección al Ambiente.
La voz de Ricardo, de menos de 30 años de edad, es entusiasta y en cada expresión sobre su carrera, demuestra la pasión por los estudios en química. El diplomado que realiza, precisa, es sobre diversos materiales flexibles que pueden ser generadores de energía.
Para el estudiante, oaxaqueño como se define, las metas académicas no concluyen con el doctorado que finaliza en el mes de mayo luego de cinco años de estudios. Ricardo Pablo Pedro quiere un postdoctorado en el MIT, de donde no desea irse.
Ricardo agrega que su estancia en el MIT, como sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la facultad de Química, fue un golpe de suerte, por apoyo de amigos y ayuda de hermanos.
Luego de su interés por la química desde la Prepa, amigos lo motivaron a buscar un espacio en la UNAM, la cual terminó con ayuda económica de amigos, mientras que su madre, la señora Concepción turnaba temporadas en La Mina y en Morelos, trabajando en ambos lugares.
De igual forma, por impulso de compañeros y docentes de la UNAM, participa para recibir una beca en el MIT, la cual logró hace casi cinco años.
“He logrado mucho y no me voy a detener, haré todo lo posible por quedarme”, sostiene Ricardo respecto a su estancia en Estados Unidos, en donde sus hermanos también radican, aunque de forma ilegal.
Su madre, dijo, ya tiene visa, y eso lo motiva a seguir sus planes para alcanzar escalar académicamente.
“Me han ofrecido regresar a la UNAM para trabajar, pero el México se sufre mucho para tener recuros para la investigación, eso es una limitante”, expresa.
Hoy, Ricardo es feliz ganador del Premio Nacional de la Juventud; un oaxaqueño avecindado en Morelos, pero orgulloso de su primera tierra.