“No pueden ingresar ningún producto porque lo decomisamos”, advirtió un naval a un grupo de hombres que colocaba artículos en una embarcación construida de tabla y neumáticos de tractor. La noticia de que militares a la orilla del río impedirían el ingreso de mercancía a ambos países a través del auente llegó rápido a otros cruces informales. Una veintena de hombres se trasladó para apoyar a sus compañeros. “¡No vamos a permitir que decomisen la carga!”, aseveraron.
“¡Váyanse o quemamos el carro!”, advertían a los militares, quienes, nerviosos, empuñaban sus armas de grueso calibre. Al ver que eran superados en número, los agentes sólo se quedaron observando cómo los balseros continuaban con el cruce de la mercancía, con lo que se evaden grandes cantidades económicas por la omisión de pago de aranceles. “¡Váyanse, no los queremos aquí. Les vamos a quemar el camión si no se van”, continuaba la amenaza contra los efectivos de la Semar.
La presidenta municipal de esta localidad, Sonia Eloína Hernández Aguilar (del partido local Podemos Mover a Chiapas), expresó su respaldo a los balseros y tricicleros, quienes solicitarán al presidente Andrés Manuel López Obrador que les permita continuar el cruce de mercancía por el río Suchiate.
La alcaldesa llegó a la orilla del auente acompañada de la líder de balseros del paso Limón, Guadalupe Polanco, quien señaló que de esta actividad informal se benecian más de 500 mil personas, entre balseros, tricicleros, cargadores, cambiadores de papel moneda y comerciantes de abarrotes tanto de México como de Guatemala. A lo largo del río hay una veintena de pasos informales; entre los más conocidos están El Coyote, Limón, Palenque, Rojos, Armadillos, Las Hamacas y Cruz Blanca.