Los platos se degradan en la basura orgánica en un lapso aproximado entre 100 y 140 días, al mismo tiempo que sirve como abono para plantas.

La noticia de que en la capital del estado se aprobó la prohibición de unicel para la comercialización de productos inquietó al padre de familia por buscar una forma de ayudar a detener o reducir el impacto de la contaminación.

Encontrar un proveedor no fue una tarea sencilla, pues afirma que en Putla ni siquiera venden desechables biodegradables, incluso en las tiendas de autoservicios de cadena nacional.
El hombre detalla que propuso a distintos establecimientos conseguir este tipo de platos de los que él sería cliente permanente, pero ninguno aceptó.
Fue a través de internet y de Facebook que logró contactar a un proveedor de platos y popotes elaborados con semilla de aguacate ubicado en Tlaxiaco, a unos 65 kilómetros de Putla.
“Unos clientes me felicitan por la iniciativa, pero otros consideran la lucha como algo insignificante”, confiesa Hugo sin perder la fe en que con el paso del tiempo cada vez serán más las personas que tomen conciencia de la restricción del uso de desechables.

“Cuando veía en la calle los montones de basura y muchos de los residuos son platos de unicel me sentía culpable”, indica.
Con un corto periodo en su movimiento ecologista, Hugo Luján está seguro de lo que representa su ayuda al medio ambiente, por eso, “aunque es más elevado el costo no cambiaré de decisión, me siento animado”, expresa.