Un año y cinco meses lleva el inmueble en espera de ser restaurado por completo. Por el momento, esta iglesia del siglo XIX sólo está apuntalada y 80% de los daños en la estructura continúan sin ser restaurados.

Actualmente, Arquitectos Root Studio, empresa contratada para la recuperación del complejo arquitectónico, comenzó con los trabajos de la parte administrativa, el atrio y un corredor.
Mientras tanto, en la parte del complejo de la Casa de Cultura, a un costado de la iglesia y también bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), están en pausa los trabajos de intervención desde diciembre pasado. Este espacio está en la etapa de apuntalamiento, remoción de los aplanados, levantamiento de pisos y cubierta con plástico del techo.
Según el INAH, el templo de San Vicente Ferrer presenta derrumbe parcial de 80% de su torre; además de restaurarla se debe reparar la nave del inmueble. A su vez, la Casa de Cultura tiene severos daños en la biblioteca, dirección y sala arqueológica, donde se desplomó el techo, afectando el acervo. Actualmente, el INAH interviene 13 monumentos históricos en el Istmo, incluidos la Casa de Cultura, el templo y el Taller de Artes Plásticas, todos de Juchitán.
Fernando Molina, arquitecto del INAH, explica en entrevista que la rehabilitación del patrimonio del Istmo es un proceso que se realiza por etapas. En entrevista, explica que por el momento se concluyó la conciliación de los recursos económicos para el rescate de los inmuebles, que provienen del Fonden y del seguro que tiene contratado el instituto.

La siguiente etapa corresponde a recopilar información sobre la estructura y cimentación de los inmuebles, la cual incluye la revisión de proyectos sobre dichos edificios; esta fase está por concluir. Posteriormente, iniciará la intervención, la cual podría extenderse más de un año, pues se trata de daños considerables.
“Para el INAH es importante el rescate del patrimonio, pero lo principal es la seguridad estructural para los usuarios de los inmuebles”, explica.
Sobre los sismos que no paran y el riesgo de que debiliten los inmuebles, explica que el INAH cuenta con 15 personas en el Istmo, además de cuadrillas de obra que se encargan de verificar que los daños no se profundicen después de cada temblor.
Según datos del instituto, Oaxaca fue el estado más afectado por los sismo de 2017, pues se reportaron 587 inmuebles históricos dañados. Hasta el momento, cuenta con 31 inmuebles concluidos y 24 en proceso de restauración.

Por el número de edificios, la dependencia señala a los Valles Centrales, la Mixteca y el Istmo de Tehuantepec como las regiones más afectadas, aunque en el Istmo se concentraron los daños más severos.
Con información de Fernando Miranda