
Así, por historia y tradición, los "pross" partían como favoritos por esa ventaja intangible que da el escudo y la camiseta. Y su país fue una fiesta los últimos días. Pero hoy volvió a tropezar ante una selección más que seria. Inglaterra se va de Rusia habiendo ganado a Panamá, Túnez y Suecia. No pudo con Bélgica, Colombia -la tumbó en penales- ni con Croacia.

Dirigidos por Zlatko Dalic, los croatas llegaban al duelo tras sendas prórrogas en octavos y cuartos, muchos kilómetros en las piernas. Y enfrente estaba hoy una Inglaterra que tiene balas como Raheem Sterling, Dele Alli o Jesse Lingard.
También tiene a Trippier. El lateral del Tottenham abrió el marcador nada más empezar el choque tras aprovechar una falta de Modric sobre Alli: superó la barrera y colocó la pelota donde no llegó Danijel Subasic, si bien dio la impresión que el arquero no se estiró todo lo que podía. Quizás, simplemente, lo veía inalcanzable.
Fue el duodécimo gol de Inglaterra y el noveno a balón parado. ¿Ganar a través de la posesión? Así fue en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, pero no en Rusia 2018, un Mundial dominado por el orden defensivo y las estrategias.
Inglaterra sólo se acercó una vez más con peligro en la primera mitad, agarrada a ese fútbol pragmático que está triunfando en Rusia. Fue un mano a mano de Harry Kane que el máximo artillero del Mundial desperdició. Tampoco acertó con el rebote.

Muy cómodos con su defensa de cinco, los "pross" fueron una pared para Croacia, que no encontró la manera de abrir una grieta. Modric parecía que se había dejado la brújula en el vestuario. El descanso llegó y Jordan Pickford apenas había hecho una parada: a un tiro muy blandito de Rebic, que fue directo a las manos del portero.
Alguien le debió dar la brújula a Modric en el descanso, porque el del Real Madrid parecía otro en la segunda parte. Y Croacia, lógicamente, también. Kyle Walker salvó literalmente con sus partes nobles el 1-1, pero minutos después vio a Perisic ganándole la posición para poner el empate tras un centro de Sime Vrsaljko.
No se habían recuperado del susto lo ingleses cuando Perisic mandó un zurdazo al palo que hizo tambalear hasta el London Bridge. Inglaterra estaba "grogui" y todo lo construido parecía venirse abajo. Poco después era Mandzukic el que probaba a Pickford.
El asedio croata no encontró el premio del segundo gol y el partido se fue a la prórroga, donde Vrsaljko salvó a su equipo al desviar bajo la línea un cabezazo de John Stones. Y en el 105' Pickford evitó el gol de Mandzukic.
Pero el delantero de la Juve tenía guardado en su bota izquierda el gol más importante de la corta historia de Croacia. Tras un remate de cabeza de Perisic, Mandzukic aprovechó el despiste de la defensa y batió a Pickford para frustrar a Inglaterra y llenar de ilusión a su país.